viernes, 5 de agosto de 2011

El borde de su manto

"En la sangre, la vida está"
-Era la advertencia divina-
Pero a ella, le abandona
caudal de hemoglobina:

Cual raudal rabioso, va
erosionando a su paso:
bríos, fuerza, salud y vida;
dejando un andar tembloroso

El rojo caudal
una profunda 
fosa ha cavado
en alma gastada;

Y sus huecas paredes,
derrumba la esperanza
con grotescos ecos
de dolorosa agonía;

Cuando fuerzas tenía,
a todo médico corrió
buscando su lozanía
 recuperar; pero falló:

Doce años ha pasado
prisionera de sufrimiento;
 todo su dinero ha gastado...
pero aún sigue muriendo;

Ahora no tiene fuerzas,
y tampoco tiene dinero
para correr a otro médico...

¡Es admirable que las 
paredes de su alma
desgastada puedan
contener la angustia¡

su corazón aún puede latir,
 pero pronto, el rojo caudal
disminuido dejará de fluir...
y con él, ... la vida se le irá.

Pero un nuevo médico
está pasando en la ciudad:
¡no tiene un elixir curativo;
pero tiene virtud para curar¡:

¡En su dulce voz trae resurrección¡
¡En sus manos destellos de colores
rompen yugos y dan liberación¡
¡En su manto: salud hasta los bordes¡

Y la temblorosa mujer,
que su riqueza ha gastado,
- y que aún sigue muriendo-
encuentra fuerza para correr
hacia Aquel de multitud rodeado;

Ella no tiene dinero que ofrecer,
pero ha encontrado en su interior
una riqueza mayor: por fe creer,
que hay salud en Aquel Señor...

y su débil y temblorosa figura, 
-a la que espera el ataúd- 
¡rompe un surco entre la multitud,
para tocar, de Aquel Señor el manto¡

en su interior hay un grito 
-que no es llanto-
¡Es un profundo grito de fe¡:
Si tocare el borde de su manto,
con solo eso, se que salva seré...


e impulsada por su fe,
asió del mato el borde...

¡y las manos asidas del manto,
reciben un torrente de virtud¡:
la roja fuente se ha cerrado...
¡burlado ha quedado el ataúd¡






  

miércoles, 3 de agosto de 2011

Entre pinos

¡El aire huele a pinos¡ ...
y en el sendero vestido
de verde, hay trinos
de alegres pajarillos...


y luego... 

en un claro bañado de sol,
sobre una verde alfombra
tapizada de naturaleza:
la casa de la condesa.

¡Campamento Entre Pinos¡
Así llaman a este hermoso lugar.

¡Que hermosa armonía¡
Y si tuviese que juzgar
entre la grata compañía,
y la gran belleza natural;

Tendría que decir: El lugar
es de gran belleza natural...
¡pero la compañía especial,
hizo este día, algo sin igual¡

Pues entre verdes parajes,
fragantes pinos y bellos trinos,
¡Que hermoso y delicioso día pase
en el lugar que llaman: Entre Pinos¡