POR CAUSA DE TU PARTIDA

Hay días grises 
en que se marchitan las flores.
Hay días tristes 
en que los no se admiran los colores.
Hay días  pálidos
en los que el corazón solo sabe de dolores,
y el paladar no sabe de sabores, 
ni el olfato de exquisitos olores...
hay días en los que se esfuma la risa
y el dolor no tiene prisa;
pasa despacio como la 
pesada piedra del molino 
que tritura la semilla que 
guarda dentro de si la esperanza
de una cosecha madura 
y dorada por el sol que se ha ocultado...
hay días  pesados como el hierro 
en los que solo la esperanza
consuela el alma enmudecida.
Hay días en que la belleza se escapa
de las cosas, y se escapa la fragancia,
y huye la sonrisa tras caminos de añoranza.